Perfiles

MARTES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2011

Bettina Fulco










Bettina Fulco, la actual capitana del equipo argentino de Copa Federación, fue una gran tenista. Incluso, a finales de los ‘80, una de las mejores jugadoras  del circuito sobre canchas lentas.
Sólida, consistente, aguerrida, gran contragolpeadora, inteligente y de muy buena movilidad en la cancha, supo ser una jugadora capaz de complicar a muchas de las estrellas del circuito de aquel entonces y, también, de vencer a más de una, como lo hizo con Martina Navratilova, Hanna Mandlikova o Manuela Maleeva.
Bettina en Roland Garros, donde fue 
cuartofinalista en 1988. 

Contemporánea de Gabriela Sabatini, su carrera quizás no tuvo el reconocimiento que merecía para una tenista que a lo largo de su campaña llegó a ocupar la 23ª posición del ránking mundial, alcanzó los cuartos de final de Roland Garros, las semifinales en Roma y venció en varias oportunidades a jugadoras top ten.
Nunca pude ver jugar a Bettina, más que en algún video de escasa duración, pero, a partir de diversas entrevistas tanto de años anteriores como de esta temporada, pude reconstruir a una persona temperamental, apasionada del deporte y de ideas claras y firmes. Otra gran tenista argentina que brilló en el circuito y que enriqueció nuestro deporte a base esfuerzo, dedicación y muy buen tenis.

  • Entre las mejores juveniles

Bettina entrenando en sus tiempos de junior. 

Bettina Fulco finalizó el año 1986 como la segunda mejor junior del planeta, detrás de Patricia Tarabini. En esa etapa de su carrera (foto), conquistó tradicionales torneos como la Copa Bonfiglio, en Italia, y fue finalista del Orange Bowl Sub-18, cayendo 6-2 y 6-2 precisamente ante su compatriota Tarabini.
También en el ’86, sorprendió a todos logrando su primer torneo de 25 mil dólares en Philadelphia, Estados Unidos, sobre cemento, y accediendo a su primera final del circuito con 17 años en Tokio, Japón, también sobre canchas rápidas y dejando en el camino a las favoritas Mercedes Paz (4ª) y la local Etsuko Kaneshiro (7ª), antes de caer con la alemana Helen Kelesi (2ª) por 6-2 y 6-2.
Entre las mayores, finalizó esa temporada en la posición 116ª del ránking WTA. 

  • Una especialista en polvo de ladrillo
Si bien sus primeros grandes resultados en el tour fueron sobre canchas rápidas, Bettina Fulco se consolidaría entre las profesionales a partir de sus excelentes performances sobre canchas lentas.

Bettina en el clay de Amelia Island '87

En el año ‘87, y desde la clasificación, accedería a los octavos de final en Amelia Island, Estados Unidos (foto), donde derrotaría a la local Stephanie Rehe (10ª cabeza de serie) en segunda ronda y sería vencida por la alemana Steffi Graf por 6-0 y 6-1.
Repetiría una gran actuación en otro importante torneo, Roma, alcanzando los cuartos de final, venciendo a Katerina Maleeva (8ª favorita) 6-4 y 7-6 (4) y cayendo en un buen partido ante Graf por un doble 6-4.
Jugaría en Roland Garros su primer torneo de Grand Slam como profesional y perdería en segunda ronda ante Katerina Maleeva 6-4 en el tercer set. En su debut, había aplastado por 6-0 y 6-0 a la local Marie Christine Calleja.
Semanas más tarde, sorprendería alcanzando la tercera ronda sobre el césped de Wimbledon, y meses después, debutaría en el US Open cayendo fácilmente en la primera ronda con Graf.
Finalizaría la temporada realizando semifinales en los torneos WTA de Buenos Aires y San Pablo,  y ubicada entre las mejores 40 tenistas del mundo.
En 1988, lograría su mejor ránking llegando a la posición 23ª en la semana del 10 de Octubre.
Esa temporada, venció a la novena tenista del ránking, la alemana Claudia Kohde-Kilsh en la primera ronda de Tampa, Estados Unidos, sobre clay, y alcanzó su segunda final en el circuito en Barcelona, España, venciendo a Arantxa Sánchez-Vicario (2ª preclasificada, 23ª del mundo por entonces)  1-6 - 6-2 y 6-3 en semifinales y perdiendo en el partido decisivo con la brasilera Neige Dias (5ª favorita, 72ª) 6-3 y 6-3.
También repetiría los cuartos de final en Roma, siempre sobre polvo de ladrillo, cayendo en tres sets con Sánchez-Vicario
Días más tarde, lograría su mejor actuación en un Grand Slam alcanzando los cuartos de final en Roland Garros (foto), luego de obtener un enorme triunfo en segunda ronda ante la multicampeona checa Hana Mandlikova (8ª del mundo) por 6-4 y 6-3 y de vencer 6-2 y 6-4 a una juvenil Conchita Martínez (279ª) en octavos de final. Una vez más, la alemana Steffi Graf, número uno del mundo y futura vencedora en París, terminaría con las esperanzas de la marplatense, derrotándola por  6-0 y 6-1.  

Fulco en Roland Garros '88,
su mejor torneo.

Me parece mentira estar en los cuartos de final de Roland Garros. Tengo mucha más confianza. Me animo a ir para adelante y así no tengo que esperar el error del rival.”, había expresado Bettina en ese momento.      
Luego de este certamen, accedería a tres semifinales consecutivas del circuito sobre canchas lentas en Niza,  Aix-en-Provence (Francia), y en el gran torneo de Hamburgo, donde vencería a la italiana Sandra Cecchini, 17ª del ránking, en cuartos de final y caería con Graf en semifinales.
Por otro lado, perdería en la primera ronda del US Open ante Gabriela Sabatini (4ª) por 6-3 y 6-0.
En el mes de noviembre, conquistaría en Guarujá, Brasil, su primer título oficial del circuito, imponiéndose en el dobles del torneo junto a Mercedes Paz.
Culminó la temporada en la posición 24ª del mundo.

Bettina en Roma 1989, donde hizo 
semifinales. 

Del ‘89 se destacan sus semifinales en Hamburgo (venció a la 9ª del mundo, la búlgara Manuela Maleeva, 7-5 y 6-3 en octavos de final, cayó nuevamente en sets corridos con Graf) y  Roma (foto, perdería con Sabatini), pero no lograría repetir el gran año que había tenido una temporada atrás.
Finalizó 1989 como la tenista número 47 del listado WTA.
Tras una temporada sin grandes resultados en 1990 (terminó fuera de las mejores 100 del mundo, si bien ganó su segundo torneo en dobles en San Pablo junto a la checa Eva Sviglerova), Bettina levantaría su nivel en 1991, llegando a cuartos de final en Roma, donde venció en octavos de final a Manuela Maleeva (10ª del mundo) y cayó frente a la estadounidense Mary Joe Fernández (5ª), y a la tercera ronda en Roland Garros, torneo en el que pasó la clasificación. También conquistó su tercer título del circuito en dobles, en Kitzbuhel, Austria, junto a la holandesa Nicole Muns.
Termino el año 76ª del ránking.
En 1992 jugará su primer Abierto de Australia, y caería en primera ronda ante la francesa Alexia Dechaume-Balleret (73ª) en sets corridos.
Alcanzaría semifinales en Estrasburgo, Francia (venciendo a la estadounidense Lori McNeil, 26ª del ránking, en octavos de final), y los cuartos de final en Auckland, Nueva Zelanda (sobre cemento), Houston, Estados Unidos, y San Marino, Italia, ambos sobre canchas lentas.
Concluiría el año en el puesto 82º del mundo. 

  • Las últimas temporadas

Bettina en Key Biscayne 1993. 

Después de salir del grupo de las mejores 200 del mundo en 1993, año en que llegó a la segunda ronda en Key Biscayne (foto) y ganó el ITF de 25 mil dólares en Capua, Italia, Fulco lograría en 1994 la mejor victoria de su carrera en los octavos de final de Houston. Ubicada 231 en el ránking mundial, la marplatense, quien debió atravesar la clasificación –en el debut derrotó a una adolescente Paola Suárez- venció a la estadounidense Martina Navratilova (4ª del mundo) por  1-6 - 6-3 y 6-4 sobre el verde clay americano. “Fue increíble, Navratilova era mi ídola", recordaría la argentina años más tarde.
Ese mismo año, caería en la primera ronda en Roland Garros (foto abajo izquierda), Wimbledon y el US Open.
Terminó el año en la posición 89ª, ayudada por los bonus points que en aquel entonces se otorgaban por vencer a una tenista top 10 como Navratilova. Sería el último año destacado en la carrera de la marplatense en el circuito, y el último que terminaría entre las 100 mejores.

En Roland Garros '94. 

En 1995, consiguió su primer triunfo en el Abierto de Australia, ante la holandesa Noelle Van Lottum (113ª), antes de caer con la también holandesa Brenda Schultz-McCarthy (14ª) en segunda ronda. En la primera rueda de la clasificación de Roland Garros, caería 9-7 en el tercer set ante una muy joven Amelie Mauresmo, de 15 años.
Finalizaría el año en el lugar 138 del ránking.
En la temporada siguiente, jugaría su último gran torneo en el certamen donde mostró mucho de su mejor tenis, Roma, pasando la clasificación y llegando hasta los octavos de final cayendo 7-6 (5) y 6-2 con Arantxa Sánchez-Vicario.
Cerraría la temporada en el puesto 129.
Tras un 1997 sin buenos resultados, Bettina anunciaría su retiro del tenis profesional a finales de 1998, y luego de más de una década en el circuito, en el ITF de 25 mi dólares de Buenos Aires, donde cayó en su debut con la holandesa Seda Noorlander (113ª).
 Son muchos años... y muchos los buenos momentos”, manifestó Fulco en ese momento especial.

  • Defendiendo la camiseta

Bettina Fulco en los Juegos Deportivos 
Panamericanos Mar del Plata 1995. 

Antes de ser capitana de la Fed Cup, Bettina Fulco representó al país en el torneo por equipos más importante del circuito en los años 1987, 1988, 1990 y 1994. Tiene un récord de 6-3 en singles y 3-3 en dobles, siempre en el Grupo Mundial.  

Al mismo tiempo, la marplatense participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde cayó en la primera ronda ante la austríaca Bárbara Paulus.
Pero sin dudas, uno de los torneos más especiales en toda su carrera fueron Los Juegos Deportivos Panamericanos 1995 (foto), jugados en su ciudad natal, Mar del Plata. Allí, Bettina consiguió la medalla de bronce en singles, y la de oro en la prueba por equipos.   
Fue un orgullo”, expresó Fulco, al referirse a las medallas conseguidas en los Juegos, ya en la madurez de su carrera.
Si Sabatini no existiera, probablemente yo tendría más popularidad”, sentenció tajante Fulco a comienzos de 1989, en su mejor momento profesional. Y, tras concluír su carrera, expresaría: “Eso nos restó apoyo, posibilidades de obtener mejores sponsors o ser más consideradas en nuestro país. Pero era lógico porque Gaby era una de las figuras mundialesDe todos modos, me siento feliz de haber compartido esa época con ella”.
Más allá de la crudeza de estas declaraciones, creo que es importante insistir en la idea de (re)valorar las actuaciones de las tenistas de esos años por todo lo bueno que consiguieron y, también, para tomar conciencia de lo gratificante que sería tener actualmente jugadoras del nivel de Bettina Fulco, y no repetir errores ligados al desconocimiento o al exitismo.   
Quiero seguir siendo útil para el tenis argentino”, había manifestado la argentina al momento de abandonar el profesionalismo. Años más tarde, y ya desde su lugar de entrenadora de la Copa Federación, esperemos que sus esfuerzos y compromiso puedan contribuir a mejorar el presente del tenis femenino en nuestro país.


  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos Revista El Gráfico; Archivos diarios Clarín, Olé y La Nación; Libro "Ayer y hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Página Oficial de la Federation Cup.
  • Archivos Fotográficos: Archivo personal Revista El Gráfico; Diario Clarín; Getty Images. 



LUNES 13 DE JUNIO DE 2011

Florencia Labat



En todos estos años que vengo siguiendo el tenis femenino argentino, no hubo tenista a la que apreciara más que a Florencia Labat. Ella, junto a Paola Suárez, son sin dudas mis dos jugadoras más queridas. Pero lo de Florencia es especial.
Cuando empecé a seguir este deporte, allá por finales de 1996, Labat era, tras el retiro de Gabriela Sabatini, la mejor tenista de nuestro país y la única ubicada entre las mejores 50 jugadoras del mundo.

El drive de Florencia, su mejor golpe. 

A partir de allí, comencé un trabajo de reconstrucción de su carrera, que no hizo más que aumentar mi admiración e interés por esa joven de aspecto serio, poco reconocida por la prensa a pesar de sus éxitos, y de la que siempre se destacaba su inteligencia para plantear tácticamente los partidos, en desmedro  de sus capacidades técnicas, siempre menospreciadas, aunque muy respetables.
Luego llegó la añorada oportunidad de ver jugar a Florencia por televisión,  y, desde entonces, la pasión fue desmedida.
A diferencia de lo que planteaban varios periodistas, me deslumbró el juego de Labat. Su estilo propio, singular.  Ese drive de zurda poco ortodoxo, pero muy potente, unido a su característico revés con slice, que intentaba amortiguar los tiros con los que sus rivales buscaban desbordarla,  y a esa voluntad para correr todas las pelotas, hacían que ver jugar a Florencia se convirtiera, en lo personal, en un placer incomparable.
Pude presenciar personalmente varios partidos de Florencia (incluida la primera vez que fui a un estadio de tenis en la serie de Fed Cup frente a Eslovaquia en 1998) y sentí una inmensa alegría. Es que, en mi experiencia, la figura de Labat está ligada al placer nostálgico de esperar ansioso el deportivo de  TyC Sports a ver si ella había ganado, o al de abrir el diario por la mañana –en realidad compraba dos, y si ella ganaba, más- con la expectativa de encontrar alguna foto nueva, aunque sea de archivo.
Florencia Labat aumentó y afirmó mi amor por el tenis. Una mujer centrada, cultivadora de la seriedad y el bajo perfil, que sin embargo construyó una carrera llena de éxitos. Un orgullo y una suerte haber sido testigo de varios de los grandes momentos de su carrera.

  • Campeona Mundial Juvenil



Florencia Labat tuvo una destacada campaña como junior, consagrándose en grandes torneos de la categoría como el Orange Bowl Sub-16 en 1987 (venció en la final a la chilena Macarena Miranda por 6-1 -1-6 y 6-1), y la tradicional Copa Bonfiglio en Milán, Italia, en 1989, año que concluyó como la campeona mundial juvenil en un circuito en el que participaban, entre otras, jugadoras como la estadounidense Jennifer Capriati  (terminó como número 2 del mundo detrás de Florencia).

  • Una rápida inserción en profesionales
Compitiendo aun entre las juveniles, Florencia logró ubicarse rápidamente entre las mejores 100 tenistas del mundo en mayores.
Florencia celebra en un torneo de 
juveniles en el '89. 

En 1989, año de su consagración en juniors, pasó la clasificación del US Open en profesionales  y accedió hasta la segunda ronda, derrotando en su debut nada menos que a la sueca Catarina Lindqvist (17ª del mudo) por 6-1 -3-6 y 7-6 (2) . Esa temporada, además, accedió a sus  dos primeros cuartos de final en torneos WTA en los certámenes de Arcachon, E.E.U.U. (polvo de ladrillo) y Phoenix (cemento). En este último campeonato venció a la 74ª del mundo y séptima favorita, la sudafricana Dinky Van Rensburg  por 6-1 y 6-3. A su vez, conquistó  los certámenes ITF de 25 mil dólares en Módena y Arezzo, ambos en Italia y sobre canchas lentas.
Llamativamente, Florencia finalizaría el año como la número uno juvenil, pero también, de manera notable, como la 77ª en profesionales.  
 
  • Los grandes resultados

En 1990, si bien tuvo un año de transición, se destacaron sus triunfos ante la alemana Isabel Cueto (12ª favorita y 21ª del ránking) en la primera ronda del torneo de Berlín por 4-6 - 7-6 (4) y 6-1 y la victoria ante la italiana Raffaella Reggi (5ª y21ª) en los octavos de final del WTA de Dorado, Puerto Rico, por 6-4 - 4-6 y 7-6 (4).
Además, alcanzaría su primera semifinal del circuito WTA en San Pablo, Brasil, y los cuartos de final en el certamen de Estrasburgo, Francia. A su vez, jugó por primera vez en su carrera profesional los torneos de Roland Garros y Wimbledon, cayendo en su debut en ambos Grand Slams. Por otro lado, disputó el primer partido de su campaña ante una top ten, perdiendo 6-1 y 6-3 con Mary Joe Fernández (5ª) en los octavos de final de Worcester, sobre carpeta. Florencia terminó la temporada como la 102ª tenista del ránking mundial.
Un año más tarde, recuperó posiciones en el listado WTA a partir de muy buenas actuaciones en grandes torneos.  Llegó a los octavos de final en Miami, venciendo en tercera ronda a la japonesa Naoko Sawamatsu (15ª preclasificada y 27ª del ránking) por 1-6 - 7-6 (5) y 6-2, antes de perder con la número uno del mundo, la estadounidense Mónica Seles  7-5 y 6-0, tras realizar un gran set inicial.  A su vez, logró su primer triunfo en el cuadro principal de Roland Garros derrotando a la holandesa Stephanie Rottier (148ª) por 1-6 - 7-5 y 6-1, cayendo luego con la estadounidense Shaun Staford.
Pero su mejor actuación se produciría en el Abierto de los Estados Unidos, donde alcanzaría la tercera ronda luego de derrotar de manera consecutiva a dos jugadoras top 20: la francesa Nathalie Tauziat (14ª favorita y 15ª WTA) 7-5 y 6-4 en el debut, y la local Amy Frazier (20ª) 2-6 - 7-5 y 6-2 en segunda ronda. Finalmente caería ante la austríaca Judith Wiesner (16ª) por 6-4 y 7-5. Tras este resultado, se ubicaría por primera vez en su carrera entre las mejores 50 tenistas del mundo, y concluiría el año como la número  60 del listado internacional.

Florencia en acción en el US Open '92, donde llegó a
los octavos de final.

En el año ‘92, Labat jugaría por primera vez en su carrera los cuatro campeonatos de Grand Slam en una misma temporada, cayendo en sus debuts en Australia, Roland Garros y Wimbledon, pero accediendo sorpresivamente hasta los octavos de final del US Open (foto arriba derecha), torneo en que venció a la croata Iva Majoli (por entonces 104ª)  por un doble 6-3 en la segunda vuelta y a la sudafricana Amanda Coetzer (19ª) por 6-3 - 4-6 y 6-4 en tercera ronda, antes de ser derrotada por la alemana Steffi Graf (2ª) 6-2 y 6-2.

Ese mismo año, alcanzó otras dos semifinales en el circuito en los torneos de Kitzbuhel, Austria, sobre polvo de ladrillo (venció en cuartos de final  a la 3ª favorita y 19º del ránking Wiesner y cayó en tres sets con la búlgara Manuela Maleeva, décima del mundo) y Schenectady, E.E.U.U., sobre cemento (derrotó a la segunda preclasificada la checa Radka Zrubakova (27ª) 6-4 - 4-6 y 6-2 en cuartos  y perdió en sets corridos con la 4ª favorita y 32 del mundo, la holandesa Brenda Schultz-McCarthy). Culminó la temporada en el puesto 52ª del ranking mundial WTA.

En 1993 lograría sus mejores performances en el Abierto de Australia -cayendo 6-7(8) - 7-5 y 6-2 en segunda rueda en un partido memorable ante Jennifer Capriati (7ª)-, Roland Garros (foto arriba derecha) y Wimbledon, alcanzando en ambos Grand Slams la tercera ronda y perdiendo ante las top ten Capriati (8ª, nuevamente en 3 sets) y la alemana Anke Huber (10ª) respectivamente. También llegó a su primera final del circuito en el torneo de Curitiba, Brasil, sobre polvo de ladrillo, donde, ubicada como la segunda preclasificada y 52ª del mundo, venció a la rumana Irina Spirlea (3ª favorita y 74ª) en semifinales y perdió con la candidata alemana Sabine Hack (23ª) 6-2 y 6-0. Terminó el año en el puesto 51 de la clasificación mundial.

En Roland Garros '93, uno de sus mejores torneos en París.


El año ‘94 fue el más destacado en la carrera profesional de Labat. Alcanzó tres finales en el circuito, todas sobre cemento: Brisbane, Australia (cayó en la definición del clásico certamen australiano ante la estadounidense Lindsay Davenport, 2ª favorita y 20ª del mundo, por 6-1 -2-6 y 6-3), Kallang, Singapore  (fue derrotada por Sawamatsu, máxima preclasificada y 24ª del ránking, por un doble 7-5) y Jakarta, Indonesia (perdió con la tercera favorita e ídolo local Yayuk Basuki (49ª) 6-4 -3-6 y 7-6, 7-1 el tie-break). A su vez, fue semifinalista en el torneo de Pattaya.   
En la misma temporada, alcanzó también por segunda vez en su carera los octavos de final en un Grand Slam, accediendo hasta esa instancia en el torneo de Wimbledon, donde derrotó 6-3 -3-6 y 6-4 a Hack (15ª) en primera vuelta y a la histórica jugadora estadounidense Pam  Shriver (53ª) 6-4 - 4-6 y 6-2 en la tercera ronda, cayendo ajustadamente con la también estadounidense Lori McNeil por un doble 7-6 (7-4 ambos desempates). El 12 de Septiembre de ese año Florencia logró el que sería el mejor ránking de su carera llegando a la posición número 26. Finalizaría la temporada como la 38ª tenista del mundo.
Al año siguiente, Florencia brilló representando a su país (ver “La mejor representante de su país”), obteniendo la medalla dorada en singles en los Juegos Deportivos Panamericanos ‘95 en la ciudad de Mar del Plata. Hizo, además, semifinales en San Juan de Puerto Rico  y cuartos de final en el importante torneo de Delray Beach, E.E.U.U. También llegó a la tercera ronda en Roland Garros y el US Open (foto), certamen en el que cayó 6-4 en el tercer set ante la japonesa Kimiko Date (6ª del mundo y 7ª favorita). Además, se consagró campeona del ITF 50 mil de Tucumán, sobre polvo de ladrillo,  en el que, como máxima favorita, venció en la definición a la pergaminense Paola Suarez (3ª preclasificada y 139ª) por 6-2 y 6-1.  En la misma temporada, obtuvo otra victoria destacada sobre Sawamatsu (9ª y 16ª WTA), a quien derrotó en Berlín por 7-5 5-7 y 7-5 en la segunda ronda.  Concluyó el año en el puesto 56.

Durante su partido ante Kimiko Date en el US Open '95.


Labat comenzó de gran forma el año ’96 con dos semifinales consecutivas en Auckland y Hobart, ambos torneos en Oceanía y sobre cemento. Luego bajó su nivel hasta Wimbledon, certamen en el que superó dos rondas hasta caer con Mary Joe Fernández (foto). Alcanzaría el mejor resultado de su carrera en un torneo Premier llegando a los cuartos de final en Montreal (venció en octavos de final a la japonesa Naoko Kijimuta (55ª) 6-3 y 6-0, y fue derrotada por Arantxa Sánchez-Vicario (número dos del mundo) por un doble 6-4). También realizó segunda ronda en el Australian Open y el Abierto de los Estados Unidos (volvió a perder en 3 sets ante una top ten, esta vez Jana Novotna (7ª), por 6-2 - 4-6 y 6-2). Terminaría la temporada como la número 43 del ránking WTA.


En Wimbledon 1996, donde accedió hasta la
tercera ronda.

El año 1997 sería otro de los mejores en la carrera de Labat. En el comienzo de la temporada, accedería a la segunda ronda en Australia, y un tiempo más tarde, en Indian Wells, llegaría hasta los octavos de final con un gran triunfo ante la sudafricana Amanda Coetzer (13ª del ránking  y 8ª candidata) 1-6 - 7-5 y 7-5, salvando dos match-points. Alcanzaría los octavos de final de Hamburgo (venció a la sueca Asa Carlsson, 32ª) y, en uno de los mejores torneos de su carrera, accedería a las semifinales en Madrid, venciendo en cuartos de final a la rumana Irina Spirlea (13ª del mundo y 4ª preclasificada) por 6-2 y 7-5, y cayendo en 3 sets ante la multicampeona Mónica Seles (máxima favorita y 3ª del ránking) en un inolvidable partido que concluyó 6-7 (3) -6-1 y 6-2. Un gran torneo para Labat, en el que compartió semifinales con la propia Seles, Sánchez-Vicario y Novotna. 
Instalada como la indiscutida tenista número uno de Latinoamérica, Florencia alcanzaría también la tercera ronda en Wimbledon  y repetiría, como en el ‘92, otra gran actuación en el US Open (foto) donde llegaría hasta los octavos de final. Camino a la 4ª ronda en Flushing Meadows, derrotó a la mexicana Gavaldón, a la italiana Lubiani, y a la bielorrusa Olga Barabanschikova (91ª). En este último encuentro, salvó dos match-points en el segundo set, para terminar venciendo por 4-6 -7-6 (0) y 6-1 y avanzar hasta los octavos de final, donde se convertiría en la primera tenista argentina, hombre o mujer, en jugar en el por entonces nuevo Estadio Central Arthur Ashe, y cayendo ante la número uno del mundo Martina Hingis por 6-0 y 6-2. Finalizó su gran año en el puesto 39 del listado WTA.

Florencia celebrando su acceso a los octavos de
final del US Open 1997.

El año 1998 arrancó bien para la zurda argentina, quien accedió por primera vez en su carrera a  la tercera ronda  en el Abierto de Australia. Avanzó también a los octavos de final en el Open Gaz de France (venció a la rusa Elena Likhovtseva (33ª) 6-4 y 6-1 y perdió en 3 sets con Majoli, 5ª del mundo)  y Linz, Austria, y a la tercera ronda en el torneo de Miami (ex Lipton, foto) cayendo fácilmente con Sánchez-Vicario (8ª). Pero en la gira europea, Florencia bajaría su nivel y caería en 7 primeras rondas (incluyendo Roland Garros y Wimbledon).
Levantaría sus actuaciones en Estambul, Turquía, llegando a semifinales y unas semanas más tarde lograría su primer y único triunfo ante una top-ten venciendo en la primera ronda de Montreal –había atravesado la clasificación- a la suiza Patty Schnyder (10ª del mundo) por 6-4 y 6-3.

Florencia en Miami (Ex "Lipton") 1998 frente a Arantxa 
Sánchez-Vicario. 

Para ganarle a las mejores fundamentalmente me falta animarme. Porque durante todos estos años está más que demostrado que con las buenas jugué de igual a igual, salvo con Graf que fue la única que me ganó fácil. Tal vez me faltaría ganar uno de esos partidos para convencerme de que estoy en ese nivel”, había declarado Florencia unos meses antes de su gran resultado.
Cayó después en su debut del US Open, pero jugando un gran partido ante Seles, frente a quien perdió 7-6 (0) y 6-2. Culminaría la temporada en la posición 64ª del ránking.
En el ’99, sufrió una insólita quemadura en su pierna derecha con un secador de pelo que la alejó tres meses del circuito, obligándola a jugar la clasificación en Roland Garros y Wimbledon (no logró pasarlas). Para recuperar el ránking perdido, volvió a disputar torneos Women’s Circuit con grandes resultados, llevándose los títulos en Lexington (50 mil dólares) y Nashville (25 mil), Estados Unidos, arribando además a la final del ITF 25 mil de Buenos Aires, donde Paola Suárez (máxima favorita) la vencería por 6-0 y 7-5. Por primera vez en 8 años, no finalizaría el año entre las mejores 100 del mundo, ya que concluiría 116ª.
El 2000 sería el último año como profesional de Florencia.  Pasaría la clasificación en Australia, y llegaría hasta la tercera ronda, logrando un gran triunfo ante la dura española María Luisa Serna (46ª) y cayendo con la austríaca Bárbara Schett (9ª del mundo) en sets corridos. Con esa actuación, pudo ingresar directamente a los torneos de Grand Slam, llegando a la 2da. ronda en Roland Garros (obteniendo una buena victoria frente a la estadounidense Alexandra Stevenson (39ª) antes de caer frente a Tauziat, número 6 del mundo) y Wimbledon. Jugaría su último partido profesional ante la belga Justin Henin en el debut del US Open, y se retiraría en los Juegos Olímpicos de Sydney, cayendo con la holandesa Miriam Oremans por 6-2 y 6-4.  Pondría fin a su carrera ubicada entre las mejores 80 tenistas del mundo.

Pegando de drive en el Abierto de Australia '00.

"Retirarme en Sydney será una buena despedida. Una despedida a lo grande, diría. Después de todo, terminar la carrera en los Juegos para un deportista es algo bárbaro", manifestaría Florencia antes de cerrar su carrera. Y agregaría: "Me voy en un buen momento, jugando en los torneos más grandes. Si me hubiese retirado el año pasado, que retrocedí hasta el puesto 200 por una lesión que me impidió jugar seguido, entonces me hubiera puesto mal. Pero ahora no. Tomé la decisión y estoy contenta". 
  
  • Sus títulos en dobles
Si bien Florencia no consiguió títulos WTA en singles, obtuvo 7 torneos del circuito en la especialidad de dobles: Taranto, Italia, ’91 (junto a la francesa Alexia Dechaume-Balleret), Dorado, Puerto Rico, ’91 (con la japonesa Rika Hiraki), Kitzbuhel, Austria, San Marino, Italia y Schenectady, E.E.U.U. ‘92 (los tres de manera consecutiva con Dechaume-Balleret), Madrid ’98 (junto a la belga Dominique Van Roost) y Estrasburgo 2000 (en pareja con la canadiense Sonya Jeyaseelan).

Labat junto a Dominique Van Roost, junto a quien logró 
grandes actuaciones. 
 
En Grand Slams, su mejor resultado fueron los cuartos de final del Australian Open ’99 junto a Van Roost, año en el que logró su mejor posición por equipos, llegando al lugar 27. Al mismo tiempo, fue semifinalista en grandes torneos como Roma 1998 (con Van Roost) y Berlín 1999, con la rumana Ruxandra Dragomir.
A lo largo de su carrera profesional, Labat compartió torneos con la mayoría de las tenistas argentinas: Haumuller, Tessi, Tarabini, Fulco,  Gorrochategui, Paz (fueron finalistas en Palermo, Italia 1997) y con grandes jugadoras como Kimiko Date, Sandrine Testud, Virginia Ruano-Pascual, Silvia Farina-Elía, Sabine Appelmans,  Iva Majoli,  Elena Likhovtseva (llegaron a semifinales en Hannover, Alemania en el ’97) y Karina Habsudova (finalistas en el césped de Rosmalen, también en 1997).
Como dato curioso, es interesante señalar que Florencia, en dobles, sí pudo vencer a Steffi Graf. Junto a la japonesa Hiraki, derrotaron a la inolvidable alemana y a la cordobesa Inés Gorrochategui por 6-4 -3-6 y 6-3 en su debut en el torneo de Berlín.

  • La mejor representante del país 


Florencia en acción en los Juegos Panamericanos 
'95, donde ganó la medalla de oro. 

Florencia Labat conquistó el título más importante de su carrera en los Juegos Deportivos Panamericanos de Mar del Plata 1995, venciendo en las semifinales del torneo a la estadounidense  Chanda Rubin (36ª del mundo por ese entonces y máxima favorita) y logrando el oro en la final al derrotar a la también estadounidense Ann Grossman (otra top 40 y 2ª candidata, como verán, los Panamericanos tenían un gran nivel).
Arranqué el torneo sabiendo que tenía posibilidades de ganar la final y no quería desaprovecharla”, expresó en esa oportunidad Florencia, quien era la tercera preclasificada.
Además del oro en singles, Florencia ganó la prueba “Copa de Naciones”, junto a Bettina Fulco, sumando así dos medallas doradas.
Labat es, junto a la histórica Mary Terán de Weiss (campeona en el '51), la única jugadora de tenis argentina que ha ganado la medalla dorada en singles en dichos Juegos.
Párrafo aparte merece la actitud de Florencia en la Copa Federación. Posiblemente en la historia del tenis femenino argentino no hubo jugadora más presente en cuanto a representar al país que Florencia Labat. Es, hasta el momento, la jugadora local que más partidos jugó y ganó en la historia de la Copa, y cuenta con un récord de 19-13 en singles y de 5-4 en dobles.

En el Buenos Aires Lawn Tennis, en la serie de Copa Federación 
frente a Eslovaquia, en 1998.

Florencia fue representante del equipo nacional entre los años 1989 y 2000 (sólo faltó en el ‘99), destacándose las semifinales alcanzadas en 1993 junto a Inés Gorrochategui y Patricia Tarabini y sus grandes victorias sobre la estadounidense Lori McNeil en los cuartos de final del ’93, ante la francesa Tauziat en el ’96 y sobre la eslovaca Habsudova en Buenos Aires en el ‘98 (foto).
También fue muy emotivo el último de sus triunfos en la competencia por equipos más importante del mundo, en el que derrotó en Brasil por la Zona Americana I del año 2000 a la colombiana Fabiola Zuluaga por 7-5 -1-6 y 12-10, dándole a su país la posibilidad de pelear por un lugar en el Grupo Mundial, que finalmente consiguió.
Siempre di todo cuando me tocó representar al país. Me gusta jugar en equipo y es lindo sentir el respaldo de mucha gente”.

A su vez, Labat jugó por su país en tres Juegos Olímpicos: Barcelona 1992, Atlanta 1996, donde logró su único triunfo en la competencia venciendo a la rusa Elena Makarova por 6-2 y 7-5, y Sydney 2000, donde eligió retirarse.
Durante su carrera, Florencia también recibió el Olimpia de Plata por su desempeño en 1997, año en el que también se llevó el premio del diario Olé. A su vez, la argentina fue distinguida con el Premio Konex 2000 al Mérito deportivo.

En una nota en los J.J.O.O. de Sydney 2000, previo a su retiro

Una carrera exitosa para una jugadora que, tras el retiro de Sabatini, fue la cara más triunfadora  de este deporte –incluyendo al tenis masculino- y la única representante en las rondas importantes de los grandes torneos.
Después de este tiempo hubo varias cosas destacables que realicé, y prefiero pensar en ellas y no en las que no hice. Si bien llegué a varias finales, luego decidí ir a los torneos más grandes, y cuando una va a esos torneos se encuentra con las mejores. Ahí se hace más difícil. Pero no me pesa”, explicaba Florencia cuando le preguntaban por sus sensaciones la no haber conseguido un título en el circuito. Y concluiría: "El tenis me dio mucho. Pude conocer a mucha gente, lugares a los que nunca hubiera ido, y pude encontrar una profesión. No me sacó demasiado porque yo lo elegí y desde chica sabía que iba a ser tenista".
De tantas entrevistas que pude leer de Florencia, siempre me resonó una de sus ideas: “Las ganas de jugar al tenis son más grandes  que los malos momentos”. Una profesional y apasionada de este deporte, que construyó su excelente carrera simplemente haciendo eso, jugando muy bien al tenis. Una jugadora única, personal, diferente al montón y por fuera de cualquier clasificación estereotipada. Una de las mejores tenistas de la historia de nuestro país.    



  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos diarios Clarín, Olé y La Nación; Libro "Ayer y hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Página Oficial de la Federation Cup; Revista Tennis en español Nº 7, 1997.
  • Archivos Fotográficos: Archivo personal Diarios Clarín y Olé; Revista El Gráfico; Getty Images.  


LUNES 21 DE MARZO DE 2011


Ivanna Madruga 



En los tiempos en que Guillermo Vilas y José Luis Clerc eran grandes estrellas del mundo del tenis, la Argentina  también contaba con una raqueta femenina entre las figuras destacadas de este deporte.

La cordobesa Ivanna Madruga, antes de la luminosa aparición de Gabriela Sabatini, animó el circuito  internacional con notables actuaciones en los torneos más importantes.


Oriunda de Río Tercero, Córdoba, Ivanna fue la principal jugadora del país desde el año 1977 hasta 1984, y, tanto por su talento, como por su carisma y simpatía, tuvo un lugar destacado dentro del tour, así como también en la prensa local que, más allá de la presencia de dos ídolos como eran Willy y Batata, le dedicó varias páginas de sus publicaciones a la jugadora cordobesa durante  su carrera.
En Córdoba hay una chica que es lo mejor que vi en Argentina en años. Tiene un timming para llegar a la pelota y una facilidad para jugar increíbles”, comentaba la gran tenista nacional Raquel Giscafré, allá por 1975.
Dos años más tarde, y con apenas 16 años, Ivanna ya se convertía en la mejor jugadora de la Argentina en el ránking nacional oficial.
Los periodistas de aquella época, así como Giscafré, destacaban que Madruga –entrenada por su padre– manejaba con destreza todos los golpes y poseía una gran inteligencia para plantear los partidos. Al mismo tiempo, insistían en que debía desarrollar más su juego ofensivo, ya que muchas veces dependía del error rival.
Sin embargo, según iban señalando, con los años fue sumándole profundidad y potencia a su juego, lo que le permitió mejorar sus actuaciones en canchas rápidas, ya que siempre se destacó especialmente jugando sobre polvo de ladrillo.
Gané en potencia, acentúo los efectos, presiono permanentemente, mi pelota va mucho más pesada”, explicaba en esos tiempos Madruga, quien compartió el circuito con jugadoras notables como Billie Jean King, Chris Evert Lloyd, Tracy Austin y Martina Navratilova.
De un estilo “clásico” para el tenis argentino de aquella época (influenciado por Guillermo Vilas), Ivanna jugaba desde el fondo de la cancha y le pegaba con mucho top spin a la pelota, tanto de drive como de revés. “Casi todas las jugadoras juegan plano, con slice. Yo no tengo una potencia grande, una velocidad de pelota rápida, entonces lo que trato de hacer es complicarlas con mis efectos”, expresaba.
14ª del mundo en 1980, año en el que alcanzó los cuartos de final en Roland Garros y el US Open y 17ª en el ’83, cuando, ya casada con Omar Ossés, repitió los cuartos de Flushing Meadows, Ivanna Madruga es una de las grandes tenistas argentinas de la historia, y una de las más recordadas por los especialistas del deporte nacional.
  • Los comienzos



Admiradora de Guillermo Vilas y de la estadounidense Billie Jean King, Ivanna Madruga comenzó a jugar al tenis a los 8 años de edad, incentivada por su abuelo, y recibiendo clases de su padre. Contemporánea de otra importante tenista nacional como Claudia Casabianca (campeona del US Open Junior en el ‘77), la cordobesa logró posicionarse rápidamente entre las mejores jugadoras locales.
Ya en 1977, y con 16 años, Ivanna se adjudicaba el Abierto de la República y el Argentino (categorías ITF), convirtiéndose finalmente en la tenista número uno de la Argentina en el listado nacional, para sorpresa de los medios del país. “Lo único que me interesa es seguir jugando al tenis y jugar cada día mejor. Esa es la única manera de pretender llegar más lejos”, declaraba una adolescente Madruga tras sus grandes logros.
Un año más tarde, finalizaba la temporada en la 68ª posición de la clasificación WTA y ascendería hasta el 33º puesto doce meses después, luego de alcanzar los cuartos de final en Roma (cayendo en tres sets ante la norteamericana Chris Evert Lloyd, líder del circuito), los octavos de final en Roland Garros (con un triunfo por doble 6-4 ante la novena preclasificada, la yugoslava Mima Jausovec, y perdiendo nuevamente ante la máxima favorita Evert Lloyd por 4-6 - 6-2 y 6-3) y de derrotar a la inglesa Sue Barker (12ª favorita, 3ª del mundo en el '77) en la primera ronda de Wimbledon. 
  • Un lugar en la elite del tenis mundial



En 1980 (foto de arriba), tuvo lugar la mejor producción de Madruga. Con 19 años, accedió a las semifinales en Hilton Head, cayendo con la número uno del mundo de esa temporada, la estadounidense Tracy Austin, en tres sets, y a los cuartos de final en Roland Garros y el US Open

En el Abierto francés, obtuvo un gran triunfo en octavos de final ante la cuarta favorita del torneo, la británica Virginia Wade por 6-0 - 6-7 y 6-2, antes de caer ante la checa Hana Mandlikova 6-2 y 6-3. 

En el US Open (imagen debajo), por su parte, fue derrotada por la prodigio local, Andrea Jaeger (16 años en ese entonces, número 3 del mundo en 1983) con parciales de 6-1 y 6-3.

A su vez, alcanzó la primera final de su carrera en un torneo oficial de la WTA sobre el cemento de Salt Lake City, Estados Unidos, cayendo 6-1 y 6-3 ante la rumana Virginia Ruzici en la definición, luego de haber derrotado a la sudafricana Tanya Harford por 6-1 y 6-0 en semifinales. 



Ese mismo año, logró su mejor posición en el ránking WTA, llegando al puesto 14. “La idea de este año era meterme entre las 15 primeras del mundo y lo logré. Ahora tengo que pensar en estar, en el '81, entre las primeras 10 y sé que puedo hacerlo”, analizaba Ivanna sobre el cierre de la temporada.
El año siguiente, la cordobesa bajó su rendimiento, si bien se destaca la meritoria final alcanzada en el gran torneo de Berlín, en la que cayó ante la checa Regina Marsikova (7ª favorita) 6-2 y 6-1. Ivanna había llegado al partido decisivo sin ceder un set en sus cinco encuentros previos.
Luego de casarse, y en 1983, volvieron los buenos resultados en la carrera de la cordobesa, quien viviría esa temporada su último gran año en el circuito, finalizando en la posición 18 del ránking, habiendo alcanzado el 17º lugar el 26 de Septiembre.
Ese año, enfrentó a Martina Navratilova en la segunda ronda de Hilton Head (cayó por doble 6-0), alcanzó los octavos de final en Roland Garros, y los cuartos de final del torneo de Indianápolis y el US Open. En este último certamen, dio la sorpresa en la segunda ronda al derrotar a la favorita local, Kathy Rinaldi (12ª) por 6-4 y 6-3.

Me casé y vino un  periodo lógico de placidez. Luego comencé a extrañar la competencia, a darme cuenta de que la necesitaba. Entonces dispuse volver y reencontré el gusto por jugar. Pero mucho más serena, más pensante, más segura. De inmediato encontré la decisión, la mentalidad ganadora que me faltaba antes”, explicaba Ivanna su regreso exitoso al tour.  
A mediados de 1984, disputando una serie de Copa Federación en Brasil ante la australiana  Elizabeth Smylie, sufrió una lesión en el brazo derecho que la forzó a dejar de jugar el resto de la temporada.
En 1985, aun afectada por la lesión y con deseos de ser madre, Ivanna manifestaba: “El tenis me cansó, estoy saturada, aunque no puedo decir que me retiré definitivamente. Creo que la vida tiene diferentes etapas y en la mía llegó el momento de realizarme en otros campos que no son exclusivamente el deportivo”.
Volvió a los courts en 1986, pero sólo se destacó su acceso a la tercera ronda de Roland Garros (caería 6-3 y 6-3 ante Gabriela Sabatini), torneo al que había ingresado desde la clasificación. A finales de Julio de ese año, jugó su último partido profesional en la segunda ronda de la clasificación de San Diego, cayendo ante la local Susan Rimes 6-3 y 6-2.
  • También en dobles

Además de ser la mejor singlista argentina durante más de un lustro, Ivanna Madruga fue una gran jugadora de dobles, especialidad en la que, junto a la argentina Adriana Villagrán, alcanzó la final de Roland Garros en 1980 (foto), cayendo en el partido decisivo ante las estadounidenses Kathy Jordan y Anne Smith por 6-1 y 6-0. Ese mismo año, también junto a Villagrán, habían llegado hasta la final del Abierto de Italia.
Mejoré mucho mi saque y mi volea jugando siempre el doble, que me dio mayor rapidez y reflejo”, sostenía Madruga al referirse a la competencia por equipos. 
A su vez, en 1982, Ivanna consiguió su único título en el circuito WTA al coronarse en el dobles de Indianápolis junto a la francesa Catherine Tanvier (juntas, en 1983, también accedieron a la final de Perugia (Italia) y Hittfeld (Alemania) y a las semifinales de Roland Garros).

  • En la Copa Federación
Ivanna representó al país desde 1978 hasta 1984, y cuenta con un record de 7 partidos ganados y 6 perdidos en singles, y de 3-4 en dobles.
Su mejor performance en la competencia la alcanzó en 1983, cuando, compartiendo el equipo nacional junto con Emilse Raponi y Liliana Giussani, alcanzaron los cuartos de final tras derrotar 3 a 0 a Hungría (Ivanna logró un muy buen triunfo sobre Andrea Temesvari 6-4 y 7-5), antes de caer ante Checoslovaquia, a la postre campeón del certamen disputado ese año en Suiza, sobre polvo de ladrillo.

Por la edad que tengo, no pude presenciar la carrera tenística de Ivanna Madruga. Sin embargo, su nombre siempre me resonaba como una de las grandes jugadoras de este deporte. 

Ivanna junto a su marido en el US Open '83.

Fue una sorpresa muy grata investigar sobre sus actuaciones y descubrir, también, leyendo las entrevistas que concedió, a una persona divertida, sensible y muy apegada a sus afectos. Personalidad que la llevó a ser una de las pocas tenistas locales que recorrió el circuito como una mujer casada. Junto a su marido, incluso también en los momentos de noviazgo, viajó toda su carrera. Y no es un dato menor, sino, de alguna manera, y al decir de Ivanna, uno de los pilares de sus excelentes resultados: “El hecho de sentirte acompañada, de sentir un hombre al  lado tuyo, siempre te hace más fuerte. Y saber que tenés al lado a una persona que te quiere y que te va a ayudar en todas las cosas te hace sentir más segura de vos misma”.    
Por otro lado, resultó muy satisfactorio ver cómo la prensa, de alguna forma, le dio a Ivanna el lugar que se merecía por sus destacadas campañas. Y no era para menos, tratándose de una jugadora que fue parte de un momento mítico del tenis femenino internacional, aquel en el que Navratilova y Evert se disputaban el número uno del mundo, y que representó a la Argentina con talento, madurez y mucha simpatía.



  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos Revista El Gráfico; Libro "Ayer y hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Página oficial de la  Federation Cup.
  • Archivos Fotográficos: Archivo personal Revista El Gráfico.


JUEVES 10 DE FEBRERO DE 2011


Mariana Díaz Oliva

Mariana Díaz Oliva, como tenista, construyó una excelente carrera profesional a base de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Temporada tras temporada, fue mejorando su tenis y su mentalidad para ganarse un lugar respetable dentro el circuito. Dueña de una personalidad aguerrida para correr todas las pelotas y de una muy buen juego de fondo (especialmente, de una destacada derecha), la argentina consiguió excelentes resultados en el tour.
Pude presenciar varios partidos de Mariana jugando para la Argentina en la Copa Federación, competencia en la que siempre dijo presente. Pero, sin dudas, el que más recuerdo es aquel match ante la eslovaca Karina Habsudova, en el Buenos Aires Lawn Tennis, que finalmente “Mari” terminaría perdiendo 11-9 en el tercero. Dependía de Díaz Oliva poder llegar a definir la serie en el quinto punto y Mariana no era favorita ante la ex top ten. Pero peleó, a base de garra y muy buen tenis, y casi logra la hazaña. Ese encuentro fue uno de los más apasionantes que pude ver en estos años y, a partir del mismo, y según las propias palabras de la tenista, Díaz Oliva vivió un antes y un después en su recorrido profesional.
Recorrido que supo encontrarla entre las mejores 50 del mundo y ganadora de un torneo WTA en singles, además de haber conseguido meritorios triunfos ante varias jugadoras top 20. En la actualidad, se extrañan jugadoras como Mariana, tenistas con coraje y tenis capaces de obtener muy buenos resultados en cualquier torneo del circuito.

  • Los comienzos

 A finales de 1992, y con 16 años de edad, Mariana conquistaría su primer título ITF, nada menos que en Buenos Aires. El certamen repartía 10.000 dólares y Díaz Oliva venció, camino a la conquista, a las tres principales cabezas de serie. “Pienso que el comienzo de todo fue acá (en Buenos Aires), llegué al torneo entrando última al cuadro principal, no tenía ni ránking WTA y ganar el torneo a los 16 años cuando nunca lo imaginé, fue algo fuerte”, recordaría la argentina.
Al año siguiente, también en torneos de 10 mil, logró una serie de 19 triunfos consecutivos, incluyendo los títulos en Dublín, Rebecq y Koksijde y la final en Buenos Aires, todos certámenes sobre polvo de ladrillo.
En el ’94, comenzó a disputar las clasificaciones de diferentes torneos WTA (incluyendo Miami y Houston), sin lograr acceder a ningún cuadro principal. A mediados de ese mismo año, sufrió una lesión en la muñeca, de la que debió ser operada y retornaría al tour recién al año siguiente
1995 encontró a Díaz Oliva recuperada, obteniendo 5 campeonatos ITF en América del Sur, 4 de 10.000 (en la final de Buenos Aires derrotaría a Paola Suárez) y el primero de 25.000 dólares, en San Pablo, ante su compatriota Laura Montalvo (260ª).

  • La inserción en el circuito 
Ya instalada entre las mejores 200 tenistas del mundo, Mariana  volvería a consagrarse en Buenos Aires en 1996, esta vez en un challenger de 25 mil, doblegando a la argentina María Fernanda Landa (215ª) en el partido decisivo. En septiembre, hizo su debut en torneos oficiales WTA, superando la clasificación en Karlovy Vary (República Checa), y cayendo en primera ronda ante la local Radka Vodkova (108ª). Repetiría el título en el ITF de San Pablo y culminaría su hasta entonces mejor temporada en el puesto número 127 del ránking mundial.

El año 1997 sería el del despegue
. Jugó su primera clasificación de un Grand Slam en el Abierto de Australia, pasando dos rondas. Debutaría luego como titular en la Fed Cup y, semanas más tarde, alcanzaría, con fortuna, los octavos de final de Amelia Island, tras ingresar al main draw como lucky loser y de avanzar en el cuadro principal por Walk Over. Semanas después, logró clasificarse para el gran torneo de Roma, tras conseguir muy buenas victorias ante la italiana Rita Grande (72ª) y su compatriota Bettina Fulco (124ª), para luego caer en su debut ante la checa Adriana Gersi (57ª).
Conseguiría un nuevo acceso a un certamen WTA en Estrasburgo, si bien volvería a caer en primera rueda con la francesa Anne-Gaelle Sidot (31ª).
Debutando entre las 100 mejores del ránking internacional, jugó por primera vez el cuadro principal de un torneo de Grand Slam en Roland Garros, siendo doblegada por la estadounidense Chanda Rubin por un ajustado 7-6 (5) y 7-5 en primera ronda.
Dos semanas después, disputaría su segundo Grand Slam consecutivo en Wimbledon, cayendo en su debut ante la croata Iva Majoli (4ª, y campeona en París), pero ganándole el primer set.
Un tiempo más tarde, obtendría su primera victoria en la práctica en un cuadro principal de un torneo WTA ante Paola Suárez (103ª) por 6-2 y 6-2 en Praga.
En el último tramo del año, participó del US Open –cayó en primera vuelta– y obtuvo los torneos ITF 25k de Tucumán y Mogi das Cruzes (Brasil). En este último campeonato, como máxima preclasificada y número 104 del ránking, derrotaría en la final a la española Conchita Martínez Granados (208ª) por un doble 6-0.
Al año siguiente, se consolidaría entre las mejores 100 tenistas del ránking y, en Abril, tras la serie de Copa Federación antes mencionada, daría un salto de calidad en su juego, su confianza y su físico, lo que se reflejaría en los resultados venideros. “El partido con Habsudova no se dio, pero a mi anímicamente me hizo muy bien y me hizo arrancar una gira espectacular”.
En dicha gira, por primera vez en su carrera, alcanzaría los cuartos de final de un torneo  WTA en Bol, Croacia, venciendo en segunda ronda a la octava favorita, la checa Sandra Kleivanova (56ª), antes de caer en sets corridos ante la ídola local Mirjana Lucic (4ª).
Tiempo después, tuvo un impresionante torneo de Roland Garros (foto) donde, proveniente de la clasificación, accedió hasta la tercera ronda luego de derrotar a la china Fang Li (37ª) en 2da. vuelta y perdiendo con la campeona defensora  Majoli (10ª) por 6-2 y 7-6 (2).



Ese mismo año, también obtendría un triunfo en el main draw de Wimbledon, ante Paola Suárez, para hacer su primera participación en la 2da. ronda del certamen inglés (sería derrotada por la local Samantha Smith).
Se lesionaría la rodilla disputando la primera ronda del US Open ante la estadounidense Jacqueline Trail –fue operada– y finalizaría allí su temporada. 
No obstante la lesión, por primera vez en su carrera, Mariana culminaría el año entre las 100 mejores del mundo, en el puesto 96.
Tras un pobre comienzo de temporada, alcanzaría en Abril de 1999 su primera semifinal de un torneo oficial del circuito en el WTA de Estoril, Portugal, doblegando a la tercera favorita, la luxemburguesa Anne Kremer (43ª) en cuartos de final y cayendo luego ante la húngara Rita Kuti-Kis (107ª).
Tras este resultado, volvería a ingresar al grupo de las 100 primeras del ránking y se clasificaría como la mejor argentina en el ránking WTA durante algunas semanas.
Como actuaciones destacadas, clasificaría para el certamen de Berlín, y alcanzaría la segunda ronda de Roland Garros (perdería 6-3 y 6-4 con Serena Williams, 10ª en el ránking) y Wimbledon (derrotaría en 1ª ronda a la israelí Anna Smashnova, 39ª del mundo).
Al año siguiente, alcanzó los cuartos de final en Palermo, derrotando en el debut a la primera favorita, la croata Silvija Talaja (21ª) por 6-1 – 3-0 y abandono. En Septiembre, consiguió el título en el challenger de Tbilisi, Georgia (25.000 dólares).


  • En la elite de las top 50

El 2001 sería su mejor año como profesional. A comienzos de temporada, alcanzó la segunda rueda de Australia, las semifinales en Bogotá y los cuartos de final en Acapulco (en este certamen, derrotó a la francesa Sandrine Testud, 18ª del mundo, en segunda vuelta).
Luego de atravesar la clasificación, logró ingresar al torneo de Miami, donde llegaría hasta la tercera ronda con muy buenos triunfos ante la sueca Asa Carlsson-Svensson (69ª del listado internacional) y la zimbabuense Cara Black (39ª y 31ª preclasificada). Sería derrotada luego fácilmente por la estadounidense Jennifer Capriati (5ª). “Yo nunca había tenido una buena actuación en  la Ericsson y llegar hasta la tercera rueda fue toda una hazaña. Después me agarró Jennifer Capriati y me dió una paliza en la cancha central, pero...¿Quién me quita lo bailado?”, declaró Mariana.
En Abril de ese mismo año, llegaría a su primera final del circuito oficial en Bol, luego de derrotar en semifinales a la máxima favorita, la belga Kim Clijsters (15ª) por 0-6 - 6-2 y 6-3. “Ese partido me marcó bastante. Perdía 6-0 – 2-0 y pude levantarlo para llegar a mi primera final de un WTA. Parecía un sueño. Poco más de una hora antes me estaban dando una paliza y en ese momento, sin entender cómo, yo saltaba y apretaba el puño con una increíble alegría.”, comentó después.
Finalmente, caería en la definición ante la española Ángeles Montolio (36ª) por 3-6 - 6-2 y 6-4.
Esta actuación le permitió ubicarse por primera vez en su carrera entre las mejores 50 tenistas del ránking mundial. “Para mí fue importantísimo meterme entre las primeras 50, ni siquiera era una meta que tenía”, confesaría años más tarde.
Alcanzaría luego la segunda ronda en Roland Garros y Toronto, y culminaría la temporada como la número 53 del ránking mundial (habiendo llegado en Julio su mejor posición en el puesto 42 del listado internacional).
En 2002, repetiría la segunda rueda en el Abierto australiano –superando en el debut a la 26ª favorita y 32ª jugadora del ránking, la española Cristina Torrens Valero- y alcanzaría la tercera ronda en Miami –doblegando a la eslovaca Henrieta Nagyova (31ª del mundo) en segunda vuelta y siendo derrotada por Venus Williams (2ª) 6-2 - 1-0 y abandono – y los cuartos de final en Bol, venciendo en segunda rueda a Kremer (23ª) y cayendo sorpresivamente con la checa Prusova (318ª).


Pero el mejor momento llegó en el WTA de Palermo, donde Mariana conseguiría su primer título oficial en el circuito. Sobre el polvo de ladrillo italiano, Díaz Oliva vencería en semifinales a la segunda favorita, la propia Nagyova (52ª) y en el encuentro decisivo a una juvenil Vera Zvonareva (84ª del mundo y 5ª candidata al título) por 6-7 (6) - 6-1 y 6-3. “Mi meta principal para este año era ganar un título. Estoy muy contenta”, expresó Mariana tras la consagración.
Este triunfo le permitió reingresar al lote de las 100 primeras, del cual había salido siete días atrás.      
Dos semanas más tarde, vencería en el ITF 50K de Saint Gaudens, Francia, derrotando en la final a la 
primera preclasificada, la eslovaca Maja Matevzic (61ª).
Finalizaría el año 89ª del ránking internacional.
El 2003, Mariana alcanzaría la tercera final de su carrera en el torneo WTA de Acapulco, cayendo ante la sudafricana Amanda Coetzer, 2da. favorita y 20ª del mundo, por 7-5 y 6-3. En primera ronda, había derrotado a Paola Suárez (24ª), quien se retiró cuando perdía 5-2 en el primer set.
Una fractura en el pie izquierdo le hizo perder gran parte de la temporada, y  retrocedería varios lugares en el ránking hasta finalizar el año en la posición 188ª.
En la temporada siguiente, alcanzó la segunda instancia en el Australian Open (venía de la qualy), Indian Wells y Miami. También se adjudicó el torneo challenger de 25.000 dólares en Puebla, México -su primer torneo en canchas duras–, derrotando en la final a la sueca Mathilde Johansson (399ª).

Comenzaría el 2005 de gran forma, accediendo por primera vez en su carrera a la tercera ronda del Abierto de Australia. En Melbourne, venció a Gisela Dulko (29ª preclasificada y 32ª del ránking) en tres sets, y luego cayó ante la rusa Svetlana Kuznetsova (5ª) por 6-3 y 7-6 (5).



Ese mismo año, volvería a doblegar a Dulko para alcanzar la tercera ronda en Indian Wells y llegaría a los cuartos de final en los WTA de Estoril, Praga, Módena y Palermo.
Alcanzaría la segunda ronda en Roland Garros, Wimbledon y el US Open (aquí por primera vez) y caería con Justine Henin (5ª) en la segunda ronda de Toronto.
En Septiembre, por la primera ronda del gran torneo de Beijing, obtendría el mejor triunfo de su carrera en cuanto a la posición de la rival,  ante la quinta favorita, la australiana Alicia Molik (14ª del mundo) por 7-6 (1) - 6-7 (4) y 6-4.    
Terminaría su muy buena temporada en el puesto 56 del ránking WTA.
El 2006 fue el último año como profesional de Mariana.  Sin resultados destacados hasta entonces, fuera de las mejores 150 del mundo y en su último torneo oficial, venció en la primera ronda de Bangkok, Tailandia –luego de pasar la clasificación-, a la segunda favorita, la española Anabel Medina Garrigues (28ª) por 6-7 (4) - 6-4 y 6-3. Concluyó su carrera en singles en la ronda siguiente, cayendo ante la japonesa Aiko Nakamura (71ª) por 6-4 y 6-3.
No obstante, sobre el final de temporada, Mariana alcanzaría sus dos únicas finales WTA en dobles. Lo haría en Seoul, junto a C. Chuang, de Taipei (cayendo en la definición ante Ruano Pascual/Suárez) y, en el mismo Bangkok, en compañía de la sudafricana Natalie Grandin. 

"Venía pensando hace mucho tiempo en el retiro. Ahora no me costó asumirlo, pero en algún momento sé que sentiré tristeza. Fueron muchos años... En los últimos tiempos aguanté varias lesiones y ya no disfrutaba tanto el hecho de jugar", declaró Díaz Oliva en el momento de comunicar su decisión de abandonar el tenis profesional.
  • Para la Argentina


Integrante del equipo argentino de Copa Federación en los años ’97 (en cuartos de final del Grupo Mundial II, definió la serie ante Corea), ’98 (foto vs. Eslovaquia), ‘99’, 2002, 2004, 2005 y 2006, Mariana tiene un récord en la competencia de 13-12 en singles y 6-2 en dobles.
"Cuando era chica jugaba al hockey y al tenis, y cuando me decidí por la raqueta, me quedó el sabor amargo de no poder jugar en equipo. La Fed Cup me dio esa posibilidad. Escuchás game Argentina y no game Díaz Oliva , y eso hace todo diferente. Una está representando a todo el país, por eso lo viví siempre como algo especial“, expresó Díaz Oliva tras su retiro.

A su vez, consiguió la medalla de bronce en los Juegos Deportivos Panamericanos de Winnipeg 1999 tanto en individuales como por equipos (junto a Clarisa Fernández).
También representó a  la Argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cayendo ante Kuznetsova (10ª) en el debut.
Para mi ir a Atenas es cumplir un sueño, estoy más que contenta” manifestó Mariana al enterarse que se convertiría, por primera vez, en jugadora Olímpica.
Algo merecido para una jugadora que no sólo se interesó por el tenis en lo estrictamente deportivo, sino también en lo político, peleando por los derechos de las jugadoras como miembro oficial del Comité a partir del 2001 y elegida más tarde para integrar el Consejo de Jugadoras de la WTA.
La mentalidad es mi fuerte. La garra es lo que más me caracteriza. Como no soy habilidosa, baso mi juego en los golpes de fondo y en tener la cabeza fría”, se autodescribió alguna vez Díaz Oliva.
En lo personal, fue un gran placer haber podido seguir la carrera profesional de Mariana y también haber podido verla jugar personalmente. Siempre me resulta emocionante ser testigo de este tipo de tenistas con mística; jugadores que no regalan ningún punto, que nunca bajan los brazos y que pelean un partido hasta el final. Que, pese a no ser parte de los líderes del circuito, con muy buen juego y trabajo, consiguen destacarse en su profesión y, quizás sin proponérselo, dar ejemplo, motivación y enseñanza con su gran esfuerzo, perseverancia y lucha.


  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos diarios Clarín, La Nación y Olé; marianadiazoliva.com.ar; Página oficial de la Federation Cup.
  • Archivos Fotográficos: Archivo personal Diarios Clarín, La Nación y Olé; marianadiazoliva.com.ar, Getty Images.



DOMINGO 9 DE ENERO DE 2011

Mercedes Paz



Mercedes Paz, en sus tiempos de tenista, fue una jugadora potente. Dueña de un muy buen servicio y un estilo talentoso y agresivo, era una jugadora muy completa, con revés a una mano y buenos golpes en la red que la posicionaron con éxito en el dobles. Pude verla jugar personalmente sólo una vez, representando a la Argentina en la Copa Federación frente a Eslovaquia en 1998, cuando disputó el dobles junto a Florencia Labat. Me impresionaron su gran altura y su potencia, especialmente en el saque.  

Quienes pudieron verla jugar y seguirla en sus momentos más exitosos, comentan que Mercedes -para la prensa, una especie de hermana mayor de Gabriela Sabatini en sus inicios- no alcanzó a llegar tan lejos como prometía su potencial. Lo cierto es que Paz tuvo una carrera exitosa, notable, y fue protagonista de muchísimos momentos de valor para el tenis femenino argentino.  

  • Su recorrido individual en el  Tour



Tras un exitoso paso como juvenil, en el que compartió circuito junto a su amiga Gabriela Sabatini (ganaron en dobles el US Open junior del '84), Mercedes sorprendió a la prensa extranjera y del país adjudicándose en 1985 el Abierto de Brasil, disputado en la ciudad de San Pablo.
El torneo repartía 50 mil dólares en premios y la tucumana había atravesado la clasificación. Camino al campeonato, Mercedes venció sorpresivamente en semifinales a la propia Sabatini (máxima favorita), y en la final a la peruana Laura Arraya, 6-4 en el tercer set.
De esta forma, Paz se convertía en la primera tenista profesional argentina en ganar un título oficial del circuito WTA. 
Este torneo, según sus propias palabras, representa un hecho muy especial en la vida de la tenista tucumana, quien cuenta algunas anécdotas muy interesantes sobre el mismo en esta nota.
En la temporada siguiente, Mercedes llegó a los octavos de final en  Roland Garros, venciendo en tercera ronda  a la búlgara Manuela Maleeva (8ª favorita), en un dramático partido con score de  5-7 - 7-6 (6) y 7-5. Ese mismo año, alcanzó las semifinales del clásico torneo Us Clay Court Championships, cayendo ante Steffi Graf, y la final de Singapore.
Finalizaría la temporada Nº 60 del mundo.
En 1988, Paz consiguió su segundo título, nuevamente en el Abierto de Brasil. Ubicada 47ª en el ránking internacional y como 3ª favorita, derrota  a la canadiense René Simpson (256ª) por 7-5 y 6-2.  También consigue el campeonato de dobles de este torneo, junto a su compatriota Bettina Fulco. Una semana antes, había sido finalista del Abierto de Puerto Rico, cayendo ante la austríaca A. Minter (27ª) por 2-6- 6-4 y 6-3.
En el '89, arriba a la final del Abierto de Bélgica, siendo derrotada por la eslovaca Radka Zrubakova  (40ª del mundo). En cuartos había dejado atrás a la máxima candidata al título, la checa Jana Novotna (11ª).   


En 1990, se convierte en campeona del torneo de Estrasburgo, Francia, para adjudicarse su tercer campeonato sin ceder un sólo set. Había  vencido en cuartos de final a la primera favorita, la alemana Isabel Cueto (26ª) y en el encuentro decisivo doblegaría a la estadounidense Anee Grossman-Wunderlich (64ª) por 6-2 y 6-3.
Ese mismo año, en Roland Garros, la tucumana alcanzaría lo que ella recuerda como uno de los momentos más importantes de su carreravenciendo en la segunda ronda del torneo a la campeona defensora, la española Arantxa Sánchez Vicario (3ª preclasificada y Nº 4 del mundo) por 7-5 - 3-6 y 6-1 en el court central. Luego caería fácilmente en los octavos de final ante la estadounidense Jennifer Capriati.
A finales del '90, volvió a derrotar a Sánchez Vicario (6ª del ránking esa semana) en la segunda ronda del Virginia Slims de Londres.
Pese a alcanzar el 28º del mundo, su mejor ránking, a comienzos del '91, esa temporada no fue un muy fructífera para Mercedes en singles, quien finalizaría el año en la 71ª posición.
A partir de entonces, sus resultados en individuales no fueron bastante destacados, logrando campañas mucho más exitosas en el dobles.
  • Gran doblista


Las semifinales en Roland Garros '91, junto con Gabriela Sabatini, y del Us. Open ese miso año en compañía de la georgiana Leila Meskhi, han sido sus labores más sobresalientes en torneos de Grand Slam en dobles. A estos resultados, se le suma la final alcanzada con su compatriota Pablo Albano en el doble mixto del Abierto de los Estados Unidos en 1997 (cayeron ante el estadounidense Leach y la holandesa Bollegraf 7-6 en el último set). 

En otra actuación destacada, fue finalista del Masters de dobles en el año '90, en pareja con Arantxa Sánchez Vicario.
Por otro lado, Mercedes sumó, a lo largo de su carrera, 22 títulos WTA de dobles, destacándose los del Abierto de Argentina en el ’87 junto a Sabatini, Amelia Island ’90 con Sánchez Vicario y Auckland ’94 en compañía de la canadiense Patricia Hy-Boulais. Su mejor ránking en la especialidad fue el número 12, alcanzado en Septiembre de 1990.
Asimismo, formó pareja con grandes doblistas del Tour, como la bielorrusa Natasha Zvereva, la estadounidense Lori Mc Neil, la española Conchita Martínez (finalistas en San Diego ’92), la francesa Julie Halard-Decugis y la propia Manon Bollegraf. 
Además de Sabatini y Fulco, la argentina armó duplas con sus compatriotas Inés Gorrochategui (campeonas en San Pablo ’91), Patricia Tarabini (triunfaron en Guarujá 1989) y Florencia Labat, entre otras.

  • Por el país
Mercedes Paz representó a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Barcelona 1992, tanto en singles como en dobles. Se destacan los cuartos de final obtenidos en dobles damas junto a Patricia Tarabini en los Juegos españoles.

En 1995, se consagró medallista dorada en dobles –nuevamente con Tarabini– en los Juegos Deportivos Panamericanos celebrados en la ciudad de Mar del Plata.
Integrante del equipo argentino de Copa Federación en los años '85, '86 (alcanzando semifinales), '87, '88, '89, '91, '92, '96, '97 y '98, Mercedes tiene un récord de 8-8 en singles y 13-4 en dobles (junto a Patricia Tarabini, la representante de nuestro país con más victorias en esa especialidad).
"Mecha" decidiría su retiro profesional en el '98, con 32 años de edad y tras 15 temporadas en el profesionalismo. Su último torneo fue el ITF 25K de Tucumán, su provincia natal, y, en honor a su carrera, ganaría el título de dobles junto a su compatriota Patricia Tarabini.
"El tenis fue mi escuela de vida", comentó Mercedes, emocionada, en una entrevista tras su último partido.
Ávido por conseguir material fílmico de alguno de sus encuentros en singles, al repasar una y otra vez su carrera, la tucumana me produce cada vez mayor admiración. 


  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos diarios "La Gaceta" de Tucumán, Clarín y Olé;  Libro "Ayer y hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Página oficial de la Federation Cup.
  • Archivos Fotográficos: Diarios "La Gaceta" de Tucumán y Archivo personal Clarín.

7 comentarios:

  1. FELICITO POR EL EXCELENTE BLOG DEDICADO AL TENIS FEMENINO QUE DEBEMOS TODOS FOMENTAR DESDE LOS COLEGIOS. SIGAN ADELANTE !!!!
    Profesor Jorge Barros
    http://atpacademiadetenisypaddle.blogspot.com/

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  2. Gracias por el mensaje, Jorge. Coincido con la idea de motivar a las chicas desde pequeñas como una de las posibles salidas de la crisis que vive el tenis femenino en nuestro país.

    ¡Saludos!

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  3. Gracias por el blog me parece genial y para destacar que todas la jugadoras dieron todo y con mucho trabajo, es genial entender cada uno tiene sus meritos y nada es gratis, gracias nuevamente por destacar la carrera de todas..... analia

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  4. El tenis es un deporte genial pero como en todo cuando lo economico se antepone a lo deportivo ......bueno creo que hay grandes jugadores y a ninguna se les da un lugar ni en AAT ni en Copa federacion, seria bueno mas participacion para las ex jugadoras dentro del tenis argentino....gracias
    lorena

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  5. ¡Gracias por los comentarios! Una de las ideas principales del blog es destacar las muy buenas carreras de muchas tenistas argentinas que, a mi criterio, no fueron lo suficientemente reconocidas por la prensa y los medios de comunicación, ¡Saludos!

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  6. Gabriel! acabo de leer el perfil de Florencia Labat y todo lo que escribiste!
    Que bueno saber que hay otro como yo que comparte el mismo cariño y esa admiración especial por Flor! Es única. Empece a seguir el tenis y practicarlo gracias a ella.
    Sigo tu blog, y espero ansioso siempre tus publicaciones!

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    1. Muchas Gracias, Juan Ignacio. Una grande Florencia Labat, siempre es bueno ir conociendo gente que se acercó al tenis por jugadoras como ella, quizás no de las más difundidas o populares. Comparto tu admiración por Florencia, también la primera jugadora que empecé a seguir cuando me interesé por el tenis. ¡Gracias de nuevo por tus palabras! Saludos!

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